20 de febrero de 2017

Los retos que se superan... fracasan. Reflexiones sobre incertidumbre y construcción colectiva



Puede que las redes traigan
cuellos rotos, negras plumas de cormorán,
que tiemblen los semáforos,
las radios callen y se derrumbe la ciudad.
Puede que te saque de mis brazos
tu marido o el despertador,
que te interrumpa el desayuno
el vuelo de un B-52.
Puede que todo siga igual.
También puede que no sea así
y encuentres el mercurio
de mi voz empapando tu contestador,
y florezcan los olivos en el valle de Hebrón.
Puede que te queme el hielo,
o la luz del televisor.
Puede que te cite el parlamento
y decrete el blanco y negro,
que sonrían ángeles heridos
en la sección de sucesos,
que alimentándose de humo
se quiebre cual cristal esa mujer.
Que trepe una serpiente
por sus piernas infinitas. Puede ser.
Puede que todo siga igual.
También puede que no sea así.
Quizás banderas blancas
tu habitación alumbren
y mi amor esté cerca
y los dioses duden.
Y este sea un buen principio,
principio de incertidumbre.
Puede que te salves. Puede
que amanezcas conmigo
y las espadas se entierren.
Puede que todo siga igual.
También puede que no sea así
y encuentres el mercurio
de mi voz empapando tu contestador,
y florezcan los olivos en el valle de Hebrón.
Puede que te queme el hielo,
o la luz del televisor.
Una posibilidad existe
de que amanezcas conmigo
y los cañones se oxiden.





“La realidad no es evidentemente legible. Las ideas y teorías no reflejan sino que traducen la realidad, la cual pueden traducir de manera errónea. Nuestra realidad no es otra que nuestra idea de la realidad. Igualmente, que importa no ser realista en sentido trivial (adaptarse a lo inmediato), ni irrealista en el mismo sentido (sustraerse de las coacciones de la realidad), lo que importa es ser realista en el sentido complejo: comprender la incertidumbre de lo real, saber que hay un posible aún invisible en lo real. Esto nos muestra que hay que saber interpretar la realidad antes de reconocer donde está el realismo. Una vez más nos llegan incertidumbres sobre la realidad que impregnan de incertidumbre los realismos y revelan, de pronto, que aparentes irrealismos eran realistas.” Edgar Morin, Los siete saberes necesarios para la educación del futuro



En el curso de metodología estuvimos hablando sobre enseñar y aprender en la escuela y mezclando ese tema con nuestras ideas sobre ciencia, metodología y conocimiento. Nos ayudamos de la idea de retos individuales y colectivos para expresar qué buscamos, qué sabemos, qué necesitamos, qué deseamos del espacio colectivo. Los retos son desafíos de lo que es posible y lo que es imposible. Desafiar: des, invertir una acción, afiar, fidelidad o lealtad otorgada a un poder: desafiar viene a ser poner en duda, revocar los acuerdos establecidos con un orden social, por medio de un acto que es el reto)


De lo que hay que tener cuidado es de superar los retos, porque entonces dejan de ser ilusiones que abren posibilidades y se convierten en mandatos, casi siempre mandatos de otros, de lo que “debemos ser”: buenos estudiantes, buenos profesores, buenas amas de casa, buenos trabajadores, buenas madres... A veces nosotros mismos nos imponemos mandatos y sufrimos o nos castigamos por no cumplirlos, pero cuando escuchamos bien la orden viene de otro lado, la orden es del Orden: ser delgada, ser educado, ser aplicado, ser solvente... No queremos pues superar los retos, ni cumplirlos: dudamos de nuestros retos, retamos a los retos, Puede que todo siga igual/También puede que no sea así”.



Teatro de imagen. Foto 1: “¿Cómo hemos investigado?”.  15 minutos antes de la entrega del proyecto...

Teatro de imagen. Foto 2: “¿Cómo quisiéramos investigar?”.  Salir a conocer las plantas vivas...

Los retos individuales y colectivos que se plantearon fueron varios, comento aquí tres que he ido dialogando con el grupo

Nos da miedo hablar en el aula


Dice un dicho popular que "el miedo no anda en burro", el miedo de hablar en clase nos da porque se nos está evaluando, porque es una situación social incómoda en la que se nos enjuicia. Ese miedo no es porque seamos penosos, eso nos han querido hacer creer cuando nos ponen etiquetas sociales como "inseguro/a", "introvertido/a" etc. En cambio, cuando hay confianza todos hablan y pueden aportar. El miedo a hablar es miedo a hablar frente a los jueces, a los que se sienten con el poder de decidir quién habla bien y quién habla mal.


Recuerdo a Miguel, un niño de cinco años de un preescolar en Chimalhuacán que no podía dibujar en una hoja en blanco, se quedaba viendo el papel y a su alrededor con todos los colores dispuestos para él al alcance de su mano... por fin se atrevió a preguntar “¿tiene una con dibujo?”, quería que el dibujo ya estuviera para poder iluminarlo. Era bueno en eso, pero cuando descubrió que podía dibujar lo que le diera la gana nadie lo pudo parar.

Puede que todo siga igual/También puede que no sea así”.


No nos gusta trabajar en equipo


Hay que pasar de trabajar en equipo a construir en colectivo... trabajar en colectivo y trabajar en equipo son cosas distintas. En colectivo nos movemos a partir de identificarnos con los otros, y se va construyendo con los diferentes puntos de vista sin querer que todos sean iguales o hagan lo mismo. En equipo se trabaja para hacer una tarea que nos han puesto y no importa cómo lo hagamos, lo que importa es el resultado (el trabajo, el proyecto, la lectura, el cuestionario, etc.). Los equipos tienden a cerrarse, no dejan que entren/salgan personas e información, se parecen a clubs que exigen membresía. En la construcción colectiva los equipos se dan como colaboración e interdependencia decidida por las personas: no es necesaria la identidad para colaborar.




Hemos platicado sobre el “modo de los zapatistas”, de cómo construyen desde abajo, escuchando cómo elaboraron las preguntas para las ciencias y sus conciencias.


“Estas 200 compañeras y compañeros, 100 mujeres y 100 hombres, fueron seleccionados para asistir, es decir, responden a colectivos. Su presencia aquí no obedece a interés o beneficio personal. Al regresar, deben responder a sus colectivos sobre lo que este encuentro fue, lo que aprendieron o no, lo que entendieron o no. O sea que están obligados a socializar el conocimiento. Esta es la razón por la que ven que estos compas escriben y escriben en sus cuadernos y se consultan entre sí, con una agitación que dudo que encuentren en su alumnado en la academia.
Nosotras, nosotros, no nos planteamos problemas individuales. Como alumnado funcionamos también en colectivo. Cada quien hace sus apuntes, luego de la clase o la plática, se reúne el colectivo y se completan los apuntes tomando lo de todos. Así, si alguna o alguno se distrajo o entendió otra cosa, los demás le completan o le aclaran. [...] Con las preguntas ocurre lo mismo. Primero se preguntan entre ellos sus dudas. Así, buena parte de ellas se aclaran porque son producto de que no escucharon, o no apuntaron bien o no entendieron lo que se decía. Otro tanto de las preguntas las responden entre sí. Y ya entonces quedan las preguntas que sí son dudas colectivas.”


Un ejemplo interesante de construcción colectiva que abre la imaginación es el de la orquesta, creemos que una orquesta sin director no funciona, que todos esos violines, trompetas, y clavecines necesitan una batuta, un lóbulo frontal, una jerarquía que ordene y salve del caos... Pero resulta que no. Que sí ha habido y hay orquestas sin director. Como la Orquesta de Cámara Orpheus. De una entrevista a unos de sus participantes:


“¿Por qué decidieron que era mejor matar al director?

Krishna: Nunca hubo una intención de matar al director. Sucedió en medio de una situación muy difícil, durante la recesión de los años setenta en Estados Unidos. No había muchas oportunidades. Un grupo de músicos que habían tocado juntos en un cuarteto, resolvieron trasladar la experiencia de un cuarteto a una orquesta de cámara completa, pero sin perder el control de la organización. La solución fue seguir trabajando en conjunto. El director supone un sistema jerárquico que queríamos evitar, para concentrarnos en la música más que en administrar egos.

Sin dirección, ¿valen lo mismo todas las voces, tanto las de los jóvenes como las de los experimentados?

Laura: Una de las cosas que nos mantiene vitales es la mezcla de generaciones. Hay músicos que llevan décadas y otros que apenas han ingresado. Los de más edad han pasado por todas las fases y han construido una memoria institucional que luego confrontan con los que nunca han tocado las piezas antes. Así se pueden romper los hábitos y los patrones. Los antiguos pueden escuchar a los jóvenes y decir «¡esto es maravilloso, toquemos así», y viceversa. Nos dejamos sorprender por igual. Las voces de todos tienen el mismo valor.”


Puede que todo siga igual/También puede que no sea así”.



Queremos dejar de distraernos

Pensemos por un momento que las cosas fueran al revés, y lo que queremos es DEJAR DE PONER ATENCIÓN. Si nos cuesta tanto trabajo poner atención ¿de qué nos sirve atender? Si parece una tortura ¿es aprendizaje?. La atención la pide un gobierno, un centro, un director, una batuta, un examen: la atención es como un examen de opción múltiple, sólo una respuesta es correcta. Es muy cansado estar atendiendo porque debes dejar de lado todo el resto de la vida.




Continuando con la entrevista a los músicos sin director:

"Ya en el escenario, a falta de director, los músicos andan muy pendientes de lo que hacen los otros. ¿Eso no es una distracción?

Laura: Como músicos, estamos entrenados para las multitareas, sobre todo cuando uno ha pasado por un cuarteto. Coordinamos las transiciones y quién da la pauta en qué momento. No es una distracción sino todo lo contrario."

Si en lugar de poner atención nos coordinamos, sincronizamos, ayudamos, escuchamos, hablamos, colaboramos... No es necesario que todos estemos de acuerdo, ni llegar a consensos. Distraer es divergir y divertir. Distracción del latín distractio, distractionis: separación o división en múltiples vías. Como dice Omar: para aprender con los otros se necesita un poquito de caos.

Puede que todo siga igual/También puede que no sea así”.