Reflexiones sobre un proceso no convencional de enseñanza de la metodología
Con absoluta admiración a los y las estudiantes en cuya alegría, como decía Silvio, “distinguí mis promesas y todo me parece que empieza”.
Comienzo con dos citas largas y una corta, que espero no los cansen, si es el caso sáltenlas sin ninguna pena.
“Mientras otros llenan su memoria con un batiburrillo de palabras, la mitad de las cuales olvidarán al término de esa semana, el que se va de pinta puede aprender algún arte sumamente útil: a tocar el violín, a distinguir un buen puro, o a hablar con desenvoltura y tino con toda clase de personas. Muchos que ‘se han aplicado con diligencia en su libro’, y lo saben todo sobre una rama u otra del saber establecido, salen de la sala de estudio con un aspecto antiguo y de búho, y resultan secos, burdos e indigestos en las mejores y más luminosas partes de la existencia. Muchos amasan una gran fortuna y siguen siendo groseros y ridículamente estúpidos hasta el final. Mientras tanto, ahí está el perezoso, que empezó a vivir al mismo tiempo que ellos; si me lo permitís, una imagen distinta. Ha tenido tiempo para cuidar su salud y su ánimo; ha pasado mucho tiempo al aire libre, que es lo más saludable para el cuerpo y la mente; y, aunque nunca haya leído pasajes escondidos del gran Libro, le ha echado un vistazo y lo ha leído en diagonal con gran provecho. ¿No podría sacrificar el estudiante algunas raíces hebreas, y el hombre de negocios algunas medias coronas, a cambio de una parte del conocimiento que tiene el perezoso de la vida en general, y del Arte de Vivir?”
(Robert Louis Stevenson, Elogio de la pereza)
"el discurso sabio siempre ha mantenido sus distancias respecto al sentido común. En el mejor de los casos, se considerará a este como un material bruto que conviene interpretar, fuera triturándolo, desnaturalizándolo o corrigiendo su 'falsa conciencia'. En el peor de los casos, se intentará simplemente superarlo, considerando que se trata de pura ideología. [...] el aspecto global del sentido común es totalmente desconocedor del encerramiento o aun del trocamiento de la realidad en episodios [...] aspira a lo particular y se contenta con una vida emocional o afectiva repartida entre unos cuantos. Probablemente sea eso lo que convierte en sospechoso al sentido común para todos aquellos que tienen el poder de decir o el poder de hacer. En efecto, los que deciden, los hombres políticos, periodistas, universitarios de cualquier índole, continúan todavía animados por el gran fantasma del dominio... todo lo que parece como lascivo, hedonista, lúdico u onírico sólo puede ser nocivo." (Michel Maffesoli, Elogio de la razón sensible)
“los caminos del orden van siendo sustituidos por los caminos del caos. Los primeros nos encierran en un espacio cerrado: están trazados de una vez por todas. Los caminos del caos nos abren hacia un espacio abierto: se hacen al andar” (Jesús Ibáñez, A contracorriente)
¿Qué reacción tendrían mis profesores de metodología frente a las propuestas realizadas este semestre donde la palabra clave fue convivencia? Alguno ordenaría: "defina teórica y operativamente convivencia", o, con desdén, afirmaría "eso se llama rapport" (porque, nos enseñan, la relación con las personas aunque inevitable, debe restringirse y controlarse). Si hubieran estado presentes en la actividad se la habrían pasado muy bien, pero su veredicto sería: "¡eso no es una investigación, eso es una fiesta!".
Ha sido un reto personal pensar y realizar en colectivo una situación social de investigación sin producir la asimetría metodológica, desde la que solo los discursos y prácticas disciplinadas tienen derecho a conocer el mundo; construir conocimiento sin alejarnos de la gente, sin censurar(nos) las formas de lo cotidiano (como nos planteamos al inicio del curso).
Ha sido un reto personal pensar y realizar en colectivo una situación social de investigación sin producir la asimetría metodológica, desde la que solo los discursos y prácticas disciplinadas tienen derecho a conocer el mundo; construir conocimiento sin alejarnos de la gente, sin censurar(nos) las formas de lo cotidiano (como nos planteamos al inicio del curso).
La verdad es que he sido muy feliz acompañando la iniciativa de los estudiantes, ayudando, planteando cuestiones al debate y escuchando, también compartiendo lo que sé hacer cuando me lo han pedido. Me sorprendí bailando El Show de Xuxa entre estudiantes mamás, papás y otros familiares; cociné y llevé mi guisado de papas con chile morita para compartir; tomé fotografías; me senté en el círculo a escuchar a los estudiantes y las mamás debatir (una de ellas se paró a decir que las universidades no las hacen sus muros sino su gente); fascinado de vivir un pedazo de caos creativo.
En el documento del grupo matutino se puso así:
- "No ver a la gente como un objeto.
- Que no sea ajeno a lo que estamos viviendo
- Respeto hacia los demás
- No ser prejuicioso
- Tratar con dignidad"
En el grupo de la tarde, se escribió: "Este taller espera que los asistentes disfruten de una excelente tarde acompañados de sus hijos que nos hacen sonreír y por los que se lucha día a día".
Frente a estos criterios y propósitos qué puede decir la voz de la autoridad científica, tendrá que descalificar o callar, pues, lo mismo que con respecto al dolor, frente al cuidado mutuo y la alegría las ciencias tienen "una deficiencia no del intelecto sino del espíritu", como señaló Veena Das.
Frente a estos criterios y propósitos qué puede decir la voz de la autoridad científica, tendrá que descalificar o callar, pues, lo mismo que con respecto al dolor, frente al cuidado mutuo y la alegría las ciencias tienen "una deficiencia no del intelecto sino del espíritu", como señaló Veena Das.
La palabra convivencia es muy pertinente, convivir es compartir la vida, y en su sentido de todos los días convivencia es un rato agradable que pasamos con otros. En muchas sesiones debatimos el contraste entre investigar y convivir, las maneras en que en la universidad se nos quiere imponer seriedad, distanciamiento, autoridad (para que nosotros seamos también una autoridad frente a los demás), como si fueran actitudes y valores "naturales" de la profesionalidad. El grupo de la mañana escribió:
"La metodología como algo rígido nos recuerda a las instituciones educativas, políticas, laborales y religiosas, ya que éstas establecen crìterios que reprimen las ideologìas y las pràcticas de los individuos. Definiremos como instrumento cada situación o recurso que permite la expresión del otro dentro del contexto de relación."
Para ser coherentes con el debate se planteó que la actividad (creación, planificación, organización, realización, reflexión y evaluación) fuera asumida por el colectivo, en un espacio donde cada participante pudiera aportar y aprender.
Fuimos tanteando el significado de construcción colectiva, hubo desesperación y tensiones, como expresó Simón en su bitácora:
"Sinceramente pasé por un proceso de total confusión, ya que durante varias clases teníamos que llegar a proponer un tema, temas o un punto donde teníamos que presentar una actividad como grupo. Siendo sincero, yo estaba a punto de desertar de la materia pero hubo algo que detonó el no marcharme y fue que mis compañeras me explicaron lo que se tenía que elaborar, me interesó y decidí aventurarme."
O como expresa también Beatriz en su personalizada bitácora:
En las reflexiones individuales y de grupo se expresó que en la construcción colectiva se logró algo más profundo de lo esperado: la vinculación intelectual, emocional y social entre quienes se encuentran casi todos los días en los salones de clase y los pasillos de la universidad pero no se conocen entre sí; "tenemos cuatro semestres juntos y yo no conocía a casi nadie". El escándalo, la diferencia, la sorpresa, el malentendido, la comunicación, el dejarse estar ahí y seguir en ese aparente desorden del cual van surgiendo ideas y realizaciones es como una nueva casa, un lugar propio pero abierto. Así lo expresa Guadalupe:
"Cumplí sueños, junté dos materias, aprendi de poesía, de colectividad, de las ideas del otro, de trabajar en equipo aun sin conocer a la gente o conocer a la gente trabajando en equipo.
Aprendí en la práctica, que las emociones y el caos o lo complejo no tienen porque descalificarse. Al final me sentí en una nueva casa, (diferente, caótica, colorida, poética) pero muy arraigada a las emociones y sentimientos que tanto anteriormente como ahora confirman mi amor por la metodología".
Como dicen Ainhoa Ezeiza y Javier Encina:
"acercarnos a vivir los imposibles: que veíamos en la lejanía como rabos de nubes que desaparecían en el horizonte, sin llevarse lo feo, sin barrer tristezas que hagan aparecer nuestras esperanzas" (Desempoderamiento científico)

Si usted lector/lectora aprendió en la metodología escolar y establecida tendrá seguro muchas preguntas: ¿Cómo y qué es lo que se conoce dentro de esta forma de la convivencia y lo colectivo?, ¿Qué tipo de conocimiento, si es que lo hay -se dudará- aporta?, ¿Cómo enfrentarán estos estudiantes el mundo de la rigidez, de las normas de citación, de la constricción en resumen de 250 palabras, de la homogeneización, de los lenguajes académicos, de las solicitudes de becas y evaluaciones de expertos?
Los aspectos formales de la investigación no se abandonaron, fueron objeto de crítica y adaptados en diferentes momentos, bajo la idea de que no son fines en sí mismos, ni mucho menos formas de ser deseables a priori. Aprender, por ejemplo, a analizar la estructura de un artículo de revista científica, no se planteó como una habilidad reproductora (donde el discurso científico sea más "verdadero" que otro saberes, o donde censuramos nuestra voz para adquirir la voz pasiva homogenizadora de la comunicación científica, o donde se vuelve objetos a los sujetos).
Nos quedan muchas enseñanza abiertas (y muchas tantas implícitas):
No desconectar acción, pensamiento y afecto. A pesar de que hace bastante tiempo se han tematizado los efectos indeseables de esta separación, de este tasajear(se) el investigador al mismo tiempo que la realidad, se continúan enseñando valores de la objetividad del siglo XIX (neutralidad, rigor, distanciamiento -muy masculinas por cierto), sin importar que se utilicen técnicas cuantitativas o cualitativas. Uno de los características de no desconectar lo que se siente, piensa y hace, es la fluidez con la que se pasa entre momentos de la investigación, como lo expresa Sara en su diario:
"tuvimos la oportunidad de establecer y repartir el trabajo para que formaramos al final un texto en donde se expusieron todas y cada unas de las parte de este taller desde un enfoque de investigación, el cual sin darnos cuenta ya casi esta terminado pues la mayor parte de las cosas ya estaban establecidas en nuestra cabeza"
Hibridación, en horizontal, de saberes y prácticas. Una de las distinciones del método sobre lo cotidiano es la exclusión de sus formas, los investigadores deben en/vestirse de diferencia y producir situaciones artificiales, o en caso de observar siempre cuidarse de no vincularse. Pasan cosas muy distintas si promovemos la inclusión de lo que sabemos de la vida, ¿cómo podríamos convivir de otro modo? Nos puede pasar lo contrario y olvidarnos de la investigación, lo cual, en todo caso, es menos peligroso que obtener respuestas de sujetos bajo una situación coercitiva y después afirmar que conocemos su mente o su cultura.
Para la "convivencia de saberes cotidianos", como nombró el grupo la actividad, se utilizaron instrumentos típicos como la observación y registro, un cuestionario, mezclados con estrategias de educación popular, como el círculo de lectura, y formas de relación cotidianas conocidas, como la comida "de traje" (todos traen algo para convidar), o el baile de la canción de Xuxa (que recuerda la eficacia de las rondas infantiles para que un grupo reconozca su corporalidad). Este mosaico apertura a que tod@s puedan aportar desde sus conocimientos y experiencias, y aprender con los otros.
Relacionalidad y flexiblidad de los instrumentos. Ningún instrumento puede usarse dos veces de la misma manera, cambian los contextos y las personas, cambian los investigadores. Reflexionamos que esta cualidad de los instrumentos parte de una epistemología abierta a la incertidumbre, humilde en el sentido de no suponer tener el control de lo que estudia. Lo pusimos en un meme que retoma las ideas de Vygotsky sobre el método:
Sobre la relacionalidad, de la que hemos estado hablando en todo este post, habría que agregar que implica una ruptura con la actitud de sospecha y encubrimiento de las metodologías: dejar de sospechar que los sujetos van a fingir o engañar si conocen nuestras intenciones de investigación, dejar de encubrir nuestras preguntas y objetivos, dejar de temer a esa idea del sesgo de la información.
Relacionarse deja de ser un problema de producción de la verdad, para convertirse en un asunto de ética social. Así por ejemplo, en las instrucciones para quienes realizaron observaciones se escribió: "Si algún invitado se percata de que estamos anotando observaciones y nos pregunta qué estamos haciendo, les responderemos para que no se sientan intimidados y piensen que los estamos evaluando".
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ResponderEliminarLa materia de metodología de la investigación da más de lo que se piensa al principio, es como tomar una esponja y sumergirla en agua.... cada persona va adquiriendo más de lo que aprende y viceversa, también va dando un poco de si misma para formar algo más colectivo. Creó que con está materia no sólo nos llevamos esa metodología, sino también valores; sentimientos y más que nada esa satisfacción de trabajó.
ResponderEliminarGracias profesor Emiliano
Gracias Itzel, me gusta esa imagen de la esponja que aprende y da para formar lo colectivo. Un curso muy emocionante! :D
EliminarNunca me hubiera imaginado tomar una materia en donde la voz y pensamientos de los alumnos fueran el motor de la clase y el profesor un espectador de dichos acuerdos que con mucha sutileza dejaba que siguieran su cauce. La experiencia es lo fundamental para aprender, no imparta el grado de estudios o los títulos profesionales, la edad o clase social, esto me queda claro gracias por formar parte de mi evolución.
ResponderEliminarGracias Ely! Ha sido un semestre de muchos aprendizajes para mi :D
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